MNCT 911 – Abandonando la búsqueda de la felicidad 24/7

MNCT 911 – Abandonando la búsqueda de la felicidad 24/7

“Y de repente nos encontramos en medio del mundo, y aún no alterados por su multiplicidad, nos damos cuenta en nuestra alma que somos uno con el todo.”
– Herman Hesse

Cuando comencé a estudiar psicología y espiritualidad hace casi 25 años, lo hice por razones totalmente egoístas. Me encontraba emocionalmente inestable, profundamente deprimido, y me sentía víctima de la química de mi cerebro. Cualquier cosa que pudiera parecer capaz de darme ventaja contra tan temible enemigo interior era algo que yo quería conocer. Durante los siguientes 18 años estudié múltiples disciplinas, acumulando nueve certificaciones diferentes en campos que van desde la psicología positiva a la terapia del campo del pensamiento de Programación Neuro-Lingüística. También experimenté con varias “medicinas”, desde drogas y alcohol hasta rituales y prácticas a las que llegué a llamar a mis ” Prozac conductuales”.

Pero a pesar de la gran variedad de teorías, prácticas y metodologías, mi objetivo fue siempre el mismo – obtener más control sobre mi experiencia emocional y moverme hacia una “felicidad de 24/7” – una vida de sólo sentimientos positivos sin ningún tipo de ira, tristeza, inseguridad o miedo. Y no hay duda de que mi vida mejoró. Era menos infeliz la mayor parte del tiempo, y capaz de funcionar a un nivel mucho más elevado cuando el perro negro de la miseria me tenía en sus garras.

Así que cuando comencé a estudiar los principios detrás de la comprensión de adentro hacia afuera, lo hice en busca de un arma más para mi arsenal en la guerra en contra de mi naturaleza más oscura. Sin embargo lo que encontré no fue lo que buscaba. En lugar de descubrir una mejor manera de manejar mis estados de ánimo, descubrí que mis emociones no son un reflejo de mi naturaleza – que en realidad son simplemente fluctuaciones superficiales por encima de un profundo núcleo de bienestar.

Para ser honesto, este descubrimiento me fue tan liberador como inquietante. El haber pasado gran parte de mi vida luchando contra mis estados de ánimo (y peor aún, a menudo ganando la batalla), y finalmente descubrir que estaba conquistando sombras y derrotando enemigos imaginarios era un poco decepcionante. Afortunadamente, a medida que fui profundizando mi contacto con la paz mental, la des-ilusión comenzó a parecerme una muy buena idea.

He aquí una metáfora de la experiencia humana que podrían ayudarte a encontrarle más sentido a esto:

Imagínate que estás en una barcaza gigante, flotando suavemente por un hermoso río. En el centro de la barcaza hay una montaña rusa gigante, y tu asiento está en el coche delantero. A medida que el río arrastra la barcaza aguas abajo, la montaña rusa sube y baja, haciendo una pausa de vez en cuando antes de subir hasta el siguiente pico o hundiéndose hacia abajo en los valles. A veces haciéndote girar violentamente, desorientándote por completo, y en otras ocasiones permitiéndote descansar en una pausa antes de la próxima vuelta.

Ahora imagina que toda tu vida la habías pasado en la montaña rusa con los ojos cerrados, creyendo que la montaña rusa era el mundo y el río sólo un mito. ¿Qué pasaría la primera vez que abres los ojos y los mantienes abiertos durante todo el recorrido?

Al principio puede que te sintieras un poco desorientado e incluso asustado al verte a ti mismo y a los demás ir de arriba abajo y dando vueltas y vueltas a una velocidad vertiginosa. La primera vez que alcanzaras la cumbre más alta de la montaña y vieras el río con claridad en todo su esplendor, quedarías tan impresionado por la vista que nunca desearías que termine. Y, cuando después de tal revelación cayeras al fondo de tu mundo, parecería que lo hubieras perdido todo.

Pero con el tiempo, empezarías a relajarte, pasando cada vez menos tiempo tratando de manejar los altibajos, y más y más tiempo disfrutando de la vista a lo largo del camino. Te reconfortaría el hecho de que no importa lo que pase con la montaña rusa, el río siempre va a estar sosteniendo, sin esfuerzo, la barcaza lo largo de su viaje. Y incluso podrías empezar a disfrutar imaginando los misterios acerca de el origen del río, el cómo llegaste a estar en él, y el a dónde te lleva…

Conforme he visto un poco más acerca de la naturaleza más profunda de mente (lo divino) que parece llevarnos a través de la vida, incluso mientras nuestro pensamiento personal crea una montaña rusa de emoción y drama, me he dado cuenta de que perseguir el estado de felicidad 24/7 es un poco como solo querer estar en la cima de la montaña rusa – no sólo no funciona de esa manera, sino que además no sería tan divertido si así fuera. Y toda la energía que gastamos en la gestión del paseo sólo sirve para distraernos del río que está siempre presente, nos sostiene y nos lleva a lo largo de nuestro viaje por la vida .

Para mí, el abandono de la búsqueda de la felicidad 24/7 me ha revelado una verdad más profunda y una paz maravillosa – la certeza que el río de la sabiduría y el bienestar no es menos presente cuando estamos abajo que cuando estamos arriba, y no menos potente cuando nos sentimos débiles que cuando nos sentimos como si estuviéramos en la cima del mundo .

Esta presencia atemporal es nuestra naturaleza verdadera – el bien esencial de nuestro ser, y la verdadera fuente de la paz en nuestras vidas. Así que mientras aún puedo encontrarme en un estado de ánimo de mierda de vez en cuando, no parece valer la pena pensar en ello, y mucho menos tratar de arreglarlo, mucho menos medicarme para mandarlo al olvido. Mejor me digo a mi mismo esto pasará también, ya que se que el darme cuenta que el río me esta llevando nunca a más de un pensamiento de distancia .

Con todo mi amor,

Michael